domingo, 6 de diciembre de 2009

Cosmopolis. La globalización del espacio urbano.

Eduard Soja

El diseño teórico de lo global.

La globalización encierra un conjunto de aristas políticas, sociales y culturales que no han tenido tanta visibilidad como los factores económico. Encontrar un hilo conductor que pueda insertar dentro de sí una gama más amplia de fenómenos para explicar lo que implica el término “mundo globalizado” es -a mi parecer- la tarea en la que sea sumergido Eduard Soja.

La estructuración teórica hecha por Soja abarca entre otras cosas un conducto temporal que sirve de referente, para comprender por que la globalización es un proceso gestado hace ya varios siglos, pero que ha encontrado su auge en la era moderna.

Desde principios de siglo XVI con la colonización de tierras lejanas hechas por grandes monarquías, las naciones se abrieron al espectro global, pero no es sino hasta finales del siglo XX y gracias a ésta era de comunicación masiva que la gente es consiente de las dimensiones de la tierra y de la sociedad global, pues “la globalización es concebida como «la comprensión del mundo y la intensificación de la conciencia del mundo como un todo”. (p 279)


El crecimiento y poder de la globalización tienen un reflejo nítido en las grandes ciudades , pues es dentro del carácter urbano donde se concentran los aspectos más voraces de la misma, en otras palabras donde se desarrolla el soporte económico de éste sistema-mundo.

En materia económica el capital y el trabajo son los elementos que han sufrido más el impacto de la globalización. Y siendo el capital el principal componente de la economía global, éste es el único que en realidad tiene libre acceso a todos los rincones del orbe.

Por otro lado, la globalización del trabajo ha sido más lenta. Los flujos laborales aún en nuestra época son mayoritariamente nacionales. Las trabas que encuentran los trabajadores son cada vez más severos y sin embargo los grandes centros urbanos sirven como imanes a miles o millones de gente cada año. Sin embargo y como nos dice Soja gracias a su propia naturaleza , la creciente globalización del trabajo produce trabajadores a gran escala, que migran como una conducta de superación a los nodos de producción capital, que gracias a la geopolítica existente ahora son mucho más numerosos.

Estructuras espaciales: Global-Local; Ciudad-Estado.

Las ciudades globales de producción capital, marcan entonces la dinámica que determina los patrones internacionales. Centros que concentran el poder político y económico y que en un futuro podrían llegar a opacar y quebrantar la capacidad de decisión de los estados-nación , los volverían figuras meramente representativas en tanto que los límites políticos y geográficos dejarían de considerarse como límites y más bien se volverían demarcaciones territoriales.

Empero y quizá sea la estructura de los Estados-Nación lo que permita una nueva fase de globalidad. En tanto que se rompan las concepciones binarias y se deje de ver a la globalización a través de sus dicotomías, a través de preceptos opuestos y fragmentados como lo son las teorías externalistas e internalistas. Y es de hecho eso mismo lo que las nuevas corrientes intelectuales han tratado de hacer, encontrar una vía alterna o una tercera vía (en el marco de las políticas públicas) como bien menciona Giddens para estudiar a este sistema globalizante.

Dochakuka es un termino japonés empleado para dar una visión global adaptada a las condiciones locales o a la localización de la globalidad (p 307) , una visión que también ha permeado en las corrientes de occidente al estudiar las dos caras de la globalización dentro de los procesos locales y los procesos mundiales. La Glocalización es una nueva perspectiva teórica que ofrece un panorama diferente, ya que sin priorizar lo global sobre lo local o viceversa, ayuda a comprender que el mundo está integrado por estas y más escalas geográficas que determinan un cambio perpetuo en las estructuras socioespaciales.

Las escalas de la glocalización ayudan a entender que las estructuras socioespaciales son producto de procesos heterogéneos, difusos, conflictivos, yuxtapuestos y controvertidos. Que se modifican y que modifican las perspectivas de poder y dominación a tal grado que las propias nociones que hoy nos rigen pierdan su valor el día de mañana.

La producción y competencia basadas en la información es además otro de los factores por los cuales no podemos aislar los procesos locales de los globales o ver la totalidad a través solamente de uno de sus extremos. La era de la información es lo que permite romper con los preceptos actuales, lo que en realidad forma el puente entre los diversos polos, es por medio de éste canal que de manera individual o colectiva te unes al conjunto total. Es por su interdependencia, su asimetría, su regionalización,la creciente diversificación dentro de cada región, su inclusividad selectiva, su segmentación exclusoria y, como resultado de todos estos rasgos, una geometría extraordinariamente variable que tiende a disolver la geografía económica histórica. (Castells, 1996: 106; ed. cast.: 133).

Pero sería ingenuo creer que la globalización es tan solo el cumulo de facilidades que ofrece la tecnología, los canales de comunicación y por tanto esa era informativa. Del mismo modo que no podemos encerrar los alcances del proceso globalizador a acciones de repercusión meramente económicas.

La globalización va modificando todos los entornos sociales, no solo los de trascendencia internacional. Camina de manera paralela con las estructuras tanto políticas , como sociales y económicas pero sólo está última es la que ha tenido un real impacto en el discurso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario