domingo, 6 de diciembre de 2009

Global Cities and Circuits of global Labor. The case of Manila, Philippines.




James A. Tayner


Esta lectura nos muestra la otra cara de la migración. Países como el nuestro que solapan y permiten la fuga de mano de obra a otras naciones, pues el país no cuenta con la infraestructura necesaria para la creación de empleos y para mantener una calidad de vida decente en sus ciudadanos.

El caso de Manila abre pauta a observar una política de exportación de capital humano, en una regulación que permite de éste fenómeno un escape para la mano de obra y que libera al Estado de sus obligaciones sociales.

Si bien este patrón migratorio se ha observado como un efecto negativo de la globalización. Desde una perspectiva meramente económica vemos que funge como una solución rentable y accesible en aras de brindar oportunidades laborales a la gente.

Además otro punto que se rescata es el posicionamiento de ciudades como Manila en el campo global, pues gracias a la exportación de trabajadores calificados, ésta ciudad figura en el espectro de competencia global.

La organización de l trabajo a través de los controles tomados, es además uno de los puntos que toma relevancia, pues a diferencia de México, Filipinas es un país que ha sabido insertar una política que ayuda a los obreros a extender la demanda de mano de obra sin correr todos los riesgos a los que se someten los migrantes ilegales.

Considero de manera personal que la exportación de trabajadores podría ser de hecho un principio positivo para abrir las fronteras y empezar con una verdadera globalización que incluya el flujo no solo de mercancías sino también de personas , asi realmente se estaría dando paso a una integración de tipo global.


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